Desear escuchar

Wednesday, January 02, 2008

Los niños del Hospital de Pacheco.


En el mes de Diciembre retiraron audifonos niños derivados del HOSPITAL DE PACHECO, Pcia de Bs As.
La audiologa de este hospital me deriva niños de bajos recursos para que los ayude con audifonos, moldes nuevos y pilas.
Ella es la Lic. Cecilia Fortunato.
Gracias a sus derivaciones varios chicos y adultos tienen la posibilidad de escuchar mejor.
Algunos de estos niños son de la Escuela Especial de Sordos de Tigre.
Uno de ellos es Angel.
Angel tiene 6 años de edad y presenta hipoacusia bilateral profunda asociada a otros handicaps.
Hace mucho que la madre de Angel conoce estas dificultades de su hijo.
Pero no podia comprar audifonos y tampoco tenia Certificado de Discapacidad.
Ni bien le di audifonos a Angel, asesoré a esta madre para que gestione este certificado y audifonos nuevos por ACCIÓN SOCIAL.
Ahora......
a esperar los audifonos nuevos!!!
Cuánto tiempo??
Sólo,lo sabe Dios!!

El abrazo de la madre de Leila.


Unos dias antes de la Nochebuena de 2007 una señora oruinda de Ciudad Evita, Partido de La Matanza,me llamó para solicitar 2 audifonos para su hija Leila.
Leila es una nena hipoacusica que concurre a escuela especial oral en Capital Federal.
Sus audifonos se rompieron y no tenían arreglo.
Leila tiene 11 años y tiene un buen futuro por delante.
Papá Noel estuvo presente para Leila.
El 24 de diciembre por la mañana me regalaron 2 audifonos impecables de pila nº 675.
Ni bien los revisé, pensé:" Estos serán los audifonos para Leila.Van muy bien para su pérdida auditiva y funcionan correctamente".
Enseguida me comuniqué con Romina, madre de Leila y le conté que tenía 2 audifonos para su hija.
El 26 de diciembre vinieron a retirarlos.
Qué buen regalo de Navidad tanto para mí como para esta familia!!!
Leila fue acompañada por sus padres.
Su madre me abrazó muy fuerte agradeciendo que su hija escuchaba otra vez.
Su abrazo me dió fuerza y entusiasmo y sus lágrimas me sensibilizaron más aún con las falencias que produce la sordera.
Leila estaba feliz.
Y yo.....también feliz, ese abrazo de oso me hizo bien!!